Aprenda cómo detectar y enfrentar la Hepatitis B

Hepatitis

¿Has compartido alguna vez tu máquina de afeitar, cepillos de dientes o tu corta uñas? La Hepatitis B es una enfermedad que se transmite a través de cualquier contacto de sangre o fluidos riesgosos con los de una persona infectada, pero al ser una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) se contagia principalmente mediante las relaciones sexuales. El Dr. Marcos Huilcamán, Infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, detalla las maneras de prevenir, detectar y tratar esta enfermedad.

La mayoría de las personas que poseen el virus de la Hepatitis B se recupera sin ninguna consecuencia para la salud en un periodo menor a seis meses aproximadamente. Algunos ni siquiera desarrollan síntomas y no saben que son portadores. Esta enfermedad, descubierta hace 40 años por el científico estadounidense Baruch Blumerg, ataca al hígado, irritándolo e inflamándolo, situación que en algunos casos puede ser fulminante (sólo en días).

El Dr. Marcos Huilcamán, Infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica que “el virus de la Hepatitis B es uno de los 8 virus hepatotropos (que atacan sólo al hígado) y que tiene como único huésped el hombre. Se transmite a través de sangre infectada y fluidos riesgosos como el semen, flujos vaginales e incluso la saliva de una persona infectada”.

En Chile, la vía más común de transmisión son las relaciones sexuales sin preservativos. Pero en comparación con el resto del mundo, nuestro país tiene una baja prevalencia llegando sólo al 0,3% de la población, siendo algo mayor en las personas que se dedican al comercio sexual.

“Hay que tener en cuenta que no sólo puede transmitirse a través de relaciones sexuales . También podemos infectarnos al compartir material contaminado con una persona que posee el virus activo, tales como máquinas de afeitar, cepillos de dientes, corta uñas, instrumentos para hacer tatuajes, piercings o agujas usadas”, advierte el médico.

Maneras menos recurrentes de transmisión son el contagio madre a hijo durante el periodo perinatal (entre la semana 28 de gestación y los 7 días de vida postnatal) y las transfusiones de sangre, puesto que hoy en día se solicitan todos los exámenes correspondientes a los donantes. Los alimentos y el agua contaminados no son un factor de riesgo de contagio, ni tampoco los contactos sociales con los portadores, como por ejemplo en el lugar de trabajo.

¿Cuáles son los síntomas?

En los casos en que el virus se aloja sólo por un tiempo, se pueden sentir fatiga, inapetencia, dolores musculares y nauseas, pero finalmente el virus se elimina y no existen consecuencias graves para la salud. “Sin embargo, sólo el 5% de las personas no eliminan el virus del organismo en un plazo de 6 meses, lo que se llama Hepatitis Crónica. De éstos, de un 15 a un 30% puede desarrollar complicaciones más graves como cirrosis o cáncer. Esos porcentajes aumentan si la persona tiene VIH o algún otro tipo de inmuno deficiencia”, enfatiza el infectólogo.

¿De qué manera se puede detectar el virus?

Existe una serie de exámenes de sangre llamados “pruebas analíticas para la hepatitis viral” que se realizan para ayudar a diagnosticar la afección. Además se deben realizar una serie de exámenes para determinar la funcionalidad y daño del hígado como exámenes sanguíneos, ecográficos, endoscópicos e incluso medir el nivel de actividad del virus en la sangre mediante pruebas especiales moleculares, todo lo cual permite determinar qué tratamiento se debe seguir.

¿Cómo se trata la enfermedad?

“No se da tratamiento cuando el virus es sólo pasajero (dura menos de 6 meses), y todo se enfoca en evitar complicaciones derivadas de la enfermedad como sangrados, alteración de conciencia y el compromiso del estado general muy típico de la enfermedad. Pero en los casos en que la Hepatitis B es crónica, existen varias terapias que debe definir un especialista y que están garantizados en nuestro país por el AUGE/GES, con lo que se logra el control de la enfermedad en una buena parte de la población”, finaliza el doctor.