Con gran éxito y una excelente convocatoria se llevó a cabo en el Auditorio de la Universidad de las Américas, el III Curso de Nefrología Intensiva en Pediatría que organizó Clínica Ciudad del Mar en conjunto con la Clínica Alemana y la Universidad de Valparaíso.
La actividad, que convocó a médicos pediatras, nefrólogos, intensivistas, neonatólogos, becados, enfermeras y tecnólogos médicos a nivel latinoamericano, estuvo liderada por el Coordinador de la Unidad de Pediatría de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Gustavo Ríos Rodríguez. También participaron como directores los Dres. Felipe Cavagnaro, Jorge Roque y Francisco Arias.
Las temáticas abordadas fueron patologías nefrológicas agudas presentes en pacientes críticamente enfermos y el enfoque clínico para tratarlas. Además de debatir en torno a las modalidades de terapias de reemplazo renal agudo en las UCI pediátricas y analizar el rol que cumplen nefrólogos e intensivistas.
Además de las ponencias con temáticas como la Epidemiología y el Diagnóstico de la Ira, el uso de diuréticos en UCIP, la decisión de reemplazo renal y la hemofiltración en pediatría, entre otras, la actividad culminó con un taller teórico – práctico sobre terapias de reemplazo continuo en modelo porcino, donde los asistentes pudieron observar insitu cómo hacer uso de estas técnicas de reemplazo.
Dentro de los connotados invitados, destacó la presencia del MD Francisco Flores, Nefrólogo Pediátrico de la Universidad del Sur de California, Director del Programa de Terapia de Reemplazo Continua/Mars All Children´ s Hospital de la Universidad de St. Petersburgo, Florida, USA, quien valoró la iniciativa, destacando que es de suma importancia realizar cursos de esta envergadura en nuestro país, ya que permite estimular a los intensivistas y nefrólogos respecto de terapias que ya están marcando la diferencia en el manejo de niños que están críticamente enfermos.
“Terapias que antes no utilizábamos, porque pensábamos que era muy difícil o técnicamente imposible en niños que son muy pequeños, hoy son una realidad. A través de estos cursos nosotros estamos diciéndole a la gente que es posible. Que siendo mucho más agresivos podemos darle una oportunidad a aquellos pacientes críticamente enfermos”, enfatizó el especialista.
Finalmente, agregó que terapias de esta índole marcan la diferencia entre la sobrevida y mortalidad en los niños pequeños, que están extremadamente enfermos. “Antes no le dábamos la oportunidad. Si no toleraban la terapia intermitente, decíamos que ya no había nada que hacer. Hoy sabemos que, en término medio, pacientes que están súper críticos tienen una mortalidad de un 50% cuando empleamos esta terapia. Antes la mortalidad era de un 80%, de tal manera que hoy podemos salvar la vida de aquellos niños a los que antes no le dábamos ninguna chance de sobrevida”, concluyó.
