Consejos para el cuidado de los más pequeños en verano

Las vacaciones son ideales para disfrutar de la familia y los hijos. Así, para aprovecharlas al máximo, es esencial tomar medidas de cuidado propios de la fecha, sobre todo cuando de niños pequeños se trata. El Dr. Eduardo Ahumada, neonatólogo y Médico Coordinador de la UPC Neonatal de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que las precauciones de este periodo, como la hidratación, vestimenta, alimentación y rutinas de sueño, deben ser combinadas con la prevención de situaciones de riesgo a la que se está expuesto en verano.

La temporada estival ofrece una variedad de actividades para toda la familia, siendo muchas de ellas al aire libre y de exposición a ambientes potencialmente más riesgosos para las guaguas y niños, tales como los rayos solares, susceptibilidad a picaduras de insectos y falta de hidratación, entre otros.

Por lo mismo, ¿cuáles son los principales cuidados que se deben tener con los más pequeños de la casa? El neonatólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Eduardo Ahumada, explica al respecto.

Protección solar

Las guaguas tienen la piel muy sensible, por lo que una exposición al sol ―aunque sea breve― puede provocarles alguna quemadura superficial. Por eso es que se debe evitar la exposición a  los rayos UV en las horas de mayor radiación, es decir, entre las 10:00 y 16:00 hrs. “Los niños menores no deben ser expuestos directamente a la luz solar. En caso de tener que salir, siempre deben estar protegidos bajo sombra y con ropa lo más confortable y extensa posible, además de una gorra”, indica el doctor Ahumada.

Asimismo, agrega el profesional, el uso de bloqueadores solares no es recomendable en los primeros seis meses de vida. Sólo se hace la excepción cuando no es posible mantenerlo alejado de los horarios de mayor exposición solar. “Éste debe ser aplicado sólo en las superficies corporales que no queden cubiertas por la sombra y la ropa”, explica. Después de la edad indicada, el menor no debe salir a la calle sin una crema infantil con factor protector alto.

En el caso de niños mayores, el uso de bloqueadores solares debe seguir las siguientes directrices:

  • Aplicar abundantemente en todas las áreas que no estarán cubiertas por ropa.
  • No olvidar áreas como cuello y orejas, además de los dorsos de los pies.
  • Aplicar 15 a 30 minutos antes de la exposición solar, para permitir una adecuada absorción.
  • Reaplicar luego del baño, fricción con toallas y después de dos horas si no se han cumplido las condiciones mencionadas. “Esto aunque el envase diga que es resistente al agua o a la fricción”.
  • Usar protector solar diariamente, incluso en días nublados, pues las nubes no bloquean los rayos UV.

En cuanto a la vestimenta, el neonatólogo de Clínica Ciudad del Mar señala que es importante que los niños vistan ropa cómoda, fresca y que cubra la mayor cantidad de superficie corporal, además del uso de sombreros de ala ancha (10 cm.), pues ayuda a disminuir el riesgo de irritación de los ojos.

Salidas al aire libre

Pasear durante un cuarto de hora al día y al aire libre proporciona al pequeño vitamina D, que es necesaria para su desarrollo. Por ello, la recomendación es salir, pero en los horarios en que hay menor intensidad de radiación y cuando el calor va declinando. “Aunque la temperatura sea leve, el niño debe ir protegido por una sombrilla y una gorra con visera”, sostiene el Dr. Eduardo Ahumada.

Respecto al coche, éste debe contar con un parasol adecuado, que permita entregarle sombra a todo el cuerpo del lactante.

Comidas

La alimentación debe ser balanceada, aprovechando las posibilidades que otorga esta época, especialmente con la llegada de gran cantidad de frutas y verduras.

En cuanto a la lactancia materna, según la Organización Mundial de la Salud, debe ser exclusiva durante los primeros seis meses de vida, para luego introducir alimentación no láctea (frutas, verduras, con horarios como en el almuerzo). La lactancia puede extenderse hasta las dos.

“Los lactantes menores de seis meses no requieren de líquidos adicionales a la leche materna, pues ella cubre los requerimientos hídricos, nutricionales y de protección inmunológica necesaria”, añade el neonatólogo.

Y es que la leche materna ha demostrado ser un gran aporte por sobre el clásico “relleno”. Entre sus mayores beneficios está la entrega de nutrientes como los hidratos de carbono, proteínas y lípidos, incluyendo una correcta combinación de electrolitos como el sodio, cloro, potasio y calcio además de anticuerpos o inmunoglobulinas que permiten que el neonato pueda presentar defensas contra patógenos respiratorios y defensivos.

Sueño

El verano es un momento de relajo familiar donde las reglas se hacen más flexibles, sin embargo, es importante mantener algunos hábitos relacionados con la higiene del sueño. Para ello, reducir la actividad física significativa o el exceso de estimulación, en el caso de los lactantes pequeños, una a dos horas previas a la hora habitual de acostarlo, reducir la luz y los ruidos ambientales e intentar mantener el mismo horario para acostarlo todos los días.

Temperatura ambiente

Además de cuidarlo de los rayos directos del sol, es importante estar atentos a la temperatura de las habitaciones. Si afuera hace mucho calor es mejor tenerlo en algún espacio cerrado con ventilación pero sin aire acondicionado. Hay que recordar que las guaguas deben estar alejadas de las corrientes de aire, pues un recién nacido que aún no puede regular su temperatura solo.

“Si hiciera mucho calor, el lactante puede quedar sólo con el pañal, y estar pendiente de la sensación térmica de su tronco”, puntualiza el Dr. Eduardo Ahumada, neonatólogo de Clínica Ciudad del Mar.