Blefaroplastía: la solución a una mirada cansada

Por más que tratemos de evitarlo, el pasar de los años va dejando huellas en nuestra piel, y aunque por dentro nos sintamos llenos de energía y vigorosos, nuestro aspecto puede decir otra cosa.

Uno de los signos más evidentes del paso del tiempo, se refleja en nuestros ojos, haciéndonos lucir una mirada más cansada,  debido al exceso de piel que se acumula en los párpados.

Afortunadamente, existe la “Blefaroplastía”, intervención que consiste en devolver un aspecto más rejuvenecido y descansado a nuestro rostro. La Dra. Valeria Arancibia, Cirujana Plástica de Clínica Ciudad del Mar, explica más detalles de esta cirugía.

La especialista señala que este procedimiento quirúrgico, “se puede realizar bajo anestesia local más sedación, o bajo anestesia general, dependiendo de la evaluación previa de cada paciente. La idea de esta intervención es  extraer la grasa y el exceso de piel de los párpados”.

En cuanto a los resultados de esta intervención, la especialista de Clínica Ciudad del Mar, asegura que al extraer el exceso de piel de los párpados, se despeja la mirada, “otorgando un aspecto rejuvenecido y descansado. Además, cuando el exceso de piel es significativo, puede ocasionar cansancio visual y sensación de pesadez, y con la cirugía se consigue una mejoría inmediata también en ese aspecto”. Además, la Dra. Arancibia explica que en el caso de los párpados superiores, “la incisión queda disimulada por pliegues naturales  y se extiende hacia el ángulo externo del ojo según la necesidad de piel a resecar”.

Cuidados Post Operatorios y recuperación.

La Blefaroplastia, al igual que cualquier otro procedimiento quirúrgico, puede causar molestias, dolor, inflamación y equimosis, los cuales se alivian con compresas frías y medicamentos analgésicos y antiinflamatorios.

Esta cirugía, se puede realizar bajo la modalidad de Cirugía Mayor Ambulatoria,  lo que permite al paciente volver a su hogar el mismo día de la intervención, luego de un par de horas de recuperación. Transcurridos 10 días, aproximadamente, el paciente ya se encuentra en condiciones de retomar actividades laborales y sociales de manera normal.