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¿Qué es el piso pelviano femenino?
A nivel interno, es el conjunto de músculos y ligamentos, ubicados en la parte baja de la pelvis, que tensionan y mantienen de forma correcta el funcionamiento de nuestra vejiga, útero, recto y vagina. En la mujer, el piso pelviano es el principal responsable de conservar tanto la elasticidad vaginal como el control del intestino y la continencia urinaria, además de mantener una buena postura corporal.
¿Por qué se debilita?
Si bien hay etapas como el embarazo, el parto y la menopausia que ponen en riesgo la tonicidad y el cambio de posición del piso pelviano, lo cierto es que la posibilidad de presentar síntomas como pesadez y dolor en el bajo vientre es una realidad que afecta a todas las mujeres por igual y se presenta a cualquier edad. Dentro de los factores a tener en cuenta están el aumento de peso, el tabaquismo, el estreñimiento y el sedentarismo, conductas que acentúan la pérdida de flexibilidad del músculo.
¿Cuáles son los trastornos más comunes del debilitamiento?
Los problemas asociados al debilitamiento de esta zona íntima femenina son la incontinencia de orina y/o fecal en cualquiera de sus grados; la estitiquez, la pérdida involuntaria de gases, el prolapso genital y la dificultad o insatisfacción en el acto sexual. Trastornos que afectan a la seguridad, la independencia y generan temor en el día a día.
¿Cuándo debemos consultar?
Si presentas alguno de los problemas o síntomas mencionados anteriormente, visita y consulta a tu ginecólogo(a) o matrona. Siempre es bueno prevenir.
¿Solución(es)?
En la actualidad, y dependiendo siempre de cada caso, existen técnicas conservadoras y quirúrgicas para el tratamiento y correcto funcionamiento del piso pelviano. Conservadoras son todas aquellas técnicas realizadas a través de procedimientos kinésicos, pesarios o fisioterapia –para el caso específico de la incontinencia y el prolapso- con una duración aproximada de tratamiento de 12 semanas y que buscan el entrenamiento del paciente con ejercicios de contracción muscular. En el aspecto quirúrgico existen una serie de alternativas por vía vaginal u abdominal, con o sin uso de injerto o mallas.
