Ronquidos: recomendaciones y tratamientos

Los ronquidos son sonidos que se producen por vibraciones de la vía aérea superior, debido a que esta es más estrecha de lo normal.

El Dr. Cristian Bachelet, otorrinolaringólogo especialista en trastornos respiratorios del sueño de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Cuando la vía aérea superior es estrecha, entra en conflicto con la relajación de la musculatura del cuerpo que ocurre normalmente durante el sueño, incluyendo los músculos que mantienen abierta esta vía”. 

Existen tres factores principales que estrechan la vía anteriormente mencionada, condicionando al ronquido:

  • Alteraciones de tejidos blandos (problemas nasales, crecimiento anormal de amígdalas y adenoides, variaciones en paladar o lengua, entre otros).  
  • Alteraciones del esqueleto maxilofacial (generalmente asociado con problemas de mordida y estética del perfil de la cara).
  • Acumulación de grasa alrededor de la vía aérea superior (normalmente en personas con sobrepeso y obesidad). 

El ronquido puede ser una señal de alerta ante la presencia de un cuadro de apnea obstructiva del sueño, donde no solo se genera vibración, sino también colapsos de la vía aérea que impiden el flujo de aire a los pulmones, afectando la oxigenación corporal. Esto, va generando un estrés a nivel neurológico y cardiovascular que puede provocar el desarrollo de otras enfermedades.

Los principales síntomas relacionados con la apnea obstructiva del sueño son:

    • Ronquido habitual (al menos 3 noches a la semana) y de alta sonoridad.
    • Somnolencia o fatiga durante el día.
    • Ahogos o pausas para respirar durante el sueño.
    • Insomnio ante la dificultad de mantener el sueño.
    • Despertar con sensación de asfixia.
    • Dolor de cabeza en las mañanas.
    • Disfunción sexual.
    • Sequedad de garganta en las mañanas.
    • Salivación excesiva al dormir.
    • Bruxismo de sueño.
    • Pesadillas.
    • Ánimo depresivo o irritabilidad.
    • En niños, problemas de hiperactividad, de atención o concentración.

La detección temprana de esta condición puede determinar una mejora del sueño y por ende, en la atención, concentración, memoria, aprendizaje, ánimo, humor y funcionamiento sexual. 

Por otro lado, si la oxigenación está severamente afectada al dormir, su tratamiento puede reducir riesgos de envejecimiento prematuro, así como una serie de enfermedades cardiovasculares, neuropsiquiátricas y metabólicas, que pueden acortar la expectativa de vida.

“Existen múltiples tratamientos no invasivos que incluyen medicamentos, bajar de peso, realizar ejercicios fonoaudiológicos o utilizar dispositivos que modifican la vía aérea superior. También se realizan cirugías que implican modificaciones de tejidos blandos, que involucran nariz, paladar, amígdalas, adenoides, lengua o laringe, de esqueleto maxilofacial, o bien, derivación al Centro Integral de Obesidad para evaluar la alternativa de una cirugía bariátrica”, indica el Dr. Bachelet. 

Finalmente, el especialista agrega: “En Clínica Ciudad del Mar realizamos un enfoque multidisciplinario y que varía según las características específicas del paciente. En cuanto a tratamientos quirúrgicos, estos son ideales para aquellos que rechazan o no responden a las terapias no invasivas. En estos casos, tenemos un protocolo estricto de análisis de la vía aérea superior, donde determinamos la mejor estrategia para cada persona”.