Tu clave expiró, por seguridad deberás cambiarla.
Tu clave expiró, deberás actualizarla. Además, por política de seguridad deberás crear una pregunta secreta.
ActualizarEn el corazón de Clínica Ciudad del Mar, una de sus coordinadoras se prepara para cerrar un capítulo, dejando tras de sí un legado imborrable de dedicación y humanidad. Pía Zamora Díaz, nuestra querida enfermera de Pabellón, se despide después de una larga trayectoria de pasión y compromiso.
Desde los cimientos de la clínica, en 2001, cuando solo existía la modalidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, Pía y su equipo fueron fundamentales. “La enfermería en el quirófano fue y es esencial para la seguridad del paciente, para el equipo médico y los colaboradores”, asegura.
Su rol evolucionó con la clínica y la complejidad de los procedimientos. “Enfermería de pabellón se fue fortaleciendo en conocimientos y número de profesionales para entregar atención de calidad y segura a nuestros pacientes”, comenta.
Uno de los logros más significativos que recuerda fue la creación y apertura de la Unidad de Paciente Crítico Adulto. “La UPC permitió que los equipos quirúrgicos aumentaran la complejidad de sus cirugías, sabiendo que el post operatorio se realizaría con atención especializada”, explica. Esto abrió la puerta a cirugías neuroquirúrgicas y bariátricas, entre otras. Fue un gran desafío.
Pía dice que tomó una buena decisión al escoger trabajar en esta institución, ya que le permitió desarrollar todo su potencial y formar un pabellón con disciplina, siempre pensando en el bienestar del paciente, empatizando y solucionando situaciones complejas para mejorar la atención médica.
Así también cree haber dejado una huella: la enfermería de Clínica Ciudad del Mar se destaca por una atención humana, de calidad y segura. “Esta profesión en su esencia es el cuidado y bienestar del paciente, y el trabajo es el amor hecho presencia”, expresa la hasta entonces coordinadora de Enfermería.
A las nuevas generaciones, Pía aconseja: “Entregar con profesionalismo sus conocimientos, estudiar y perfeccionarse permanentemente”. Y siempre pensar en entregar una atención de calidad, sin olvidar que nuestro norte es el paciente.
Al jubilarse, Pía atesorará el cariño de las personas. Se ha sorprendido por las muestras de afecto al saber de su retiro. Además, guardará con orgullo haber formado este Pabellón. Lo creó desde el inicio con pocas cirugías y colaboradores, hasta llegar a este momento a intervenciones más complejas y resultados positivos.
La partida de Pía Zamora marca el fin de una era, pero su espíritu y sello de cuidado, profesionalismo y empatía seguirán inspirando. Gracias, Pía, por cada día de entrega y por contribuir a la excelencia en enfermería en Clínica Ciudad del Mar.
¡Gracias por tanto!