Exitosa cirugía de Exéresis de un Craneofaringeoma en CCdM

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Gracias a este tipo de intervenciones, los niños portadores de un craneofaringeoma pueden vivir más tiempo con una mejor calidad de vida, permitiéndoles un mejor desarrollo cognitivo, un mayor control de su peso corporal y un desarrollo endocrinológico (pubertad y crecimiento) más cerca de la norma. 

El craneofaringeoma es un tumor de origen embrionario que afecta principalmente a pacientes en edad pediátrica. Es un tumor histológicamente benigno que no se caracteriza por dar metástasis ni tampoco por tener un patrón de invasión agresiva de otros tejidos.

La principal complejidad que plantea un craneofaringeoma, explica el Neurocirujano Infantil CCdM, Dr. Andrés Horlracher, es su estrecha y constante relación con la vía óptica y el hipotálamo, estructura fundamental para el desarrollo endocrinológico del individuo tanto para su termorregulación como para su comportamiento instintivo y emocional. “Durante la cirugía de exéresis de un craneofaringeoma existe un riesgo potencial de dañar el hipotálamo, lo que puede traducirse en problemas hormonales importantes como son el retraso o adelanto en la pubertad o problemas cognitivos y emocionales. Lograr una exéresis importante sin aumentar estos riesgos es uno de los desafíos modernos de la neurocirugía pediátrica” agrega. 

Al ser el craneofaringeoma un tipo de tumor que no presenta buena respuesta a terapias como quimioterapia o radioterapia, el pilar principal de tratamiento es la cirugía. “Con ésta se busca disminuir al máximo posible la masa tumoral, y así disminuir los síntomas, mejorar la calidad de vida y disminuir los riesgos de futuros problemas endocrinológicos, visuales o cognitivos. Todo esto minimizando posibles riesgos, a través de una técnica quirúrgica depurada y con la ayuda de elementos tecnológicos específicos” puntualiza Horlracher. 

Neuronavegador

La neuronavegación es una tecnología de punta que ha incrementado la eficacia y seguridad con la que puede realizarse la cirugía de tumores cerebrales. Permite utilizar una guía imagenología, basada en una resonancia magnética tridimensional, que facilita enormemente la identificación intraoperatoria de estructuras cruciales, permitiendo así evitar un mayor daño que el estrictamente necesario. “El neuronavegador Micrmar con el que trabajamos pertenece a una última generación de equipos con una altísima fiabilidad y una precisión milimétrica al momento de realizar esta cirugía. Nos otorga como cirujanos la seguridad necesaria para enfrentar estos desafíos con el menor riesgo posible para nuestros pacientes” explica el Neurocirujano CCdM.

Sobre la cirugía

Los principales beneficios para quienes se someten a este tipo de cirugía son el alivio sintomático, disminución o desaparición de cefaleas; mejoría del campo visual; atenuación de problemas neurológicos y la prevención de la aparición de estos síntomas a futuro, lo que es una constante, teniendo en cuenta la historia natural de este tipo de tumores, cuando se opta por una conducta expectante.

En cuanto a los potenciales candidatos para este tipo de cirugías, el Dr. Horlracher manifiesta que dependerá de muchos factores. “La toma de decisiones en el manejo de craneofaringeoma es sumamente compleja, y si bien todos los pacientes deben ser operados en algún momento, el timing y el tipo de cirugía son elementos a discutir. Debe tomarse en cuenta la edad del paciente, el tipo de tumor (quístico, solido o mixto), el estado endocrinológico, entre otros elementos. Todo paciente portador de un craneofaringeoma debiera ser evaluado por un equipo multidisciplinario y, en específico, por un neurocirujano pediátrico con experiencia y formación en el manejo de este tipo de tumores”. 

Al ser consultado sobre el proceso de recuperación, el facultativo nos indica que es variable y dependerá del tipo de tumor y de la existencia o no de daño hipotalámico previo. “En términos generales un paciente operado de un tumor cerebral debe pasar al menos 48 horas en una Unidad de Cuidados Intensivo Pediátrica, con experiencia específica en el manejo post operatorio de tumores cerebrales. En esta unidad se realizará el diagnóstico y el manejo de la función hormonal y endocrinológica en el post-operatorio inmediato, un punto de suma importancia en tumores que comprometan la región hipotalámica. Una vez estabilizado,  el paciente pasa a una unidad de vigilancia pediátrica estándar donde debe estar hospitalizado en promedio 4 a 5 días más”.