¿Cuáles son las señales del cáncer de tiroides diferenciado?

La tiroides es una glándula endocrina ubicada en el cuello. Es responsable de secretar las hormonas encargadas de regular funciones corporales muy importantes, como controlar la temperatura corporal y el consumo de energía del organismo.

El cáncer de tiroides diferenciado es el tipo de cáncer más común que afecta a esta glándula y corresponde a un crecimiento descontrolado de células de origen tiroideo y, en términos generales, tiene un buen pronóstico, siempre y cuando se realice un adecuado diagnóstico y tratamiento.

Los principales factores de riesgo de presentar este tipo de cáncer se relacionan con:

  • Haber recibido radiación externa de cabeza y cuello antes de los 15 años.
  • Tener 2 o más familiares directos con cáncer de tiroides.
  • Poseer alguna enfermedad genética relacionada con cáncer de tiroides como poliposis colónica familiar, Cowden, acromegalia, Werner, entre otras.

La Dra. Jocelyn Cortés, endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica: “En la mayoría de los casos es una enfermedad asintomática y habitualmente se diagnostica como hallazgo en un examen de imagen realizado por otro motivo médico. Eventualmente podría palparse un bulto a nivel anterior del cuello o la presencia de adenopatías (alteraciones del tamaño y/o la consistencia de los ganglios linfáticos). Si bien son excepcionales, algunos síntomas de alarma serían el crecimiento rápido del bulto asociado a una disfonía (alteración del timbre de voz) y disfagia (dificultad para tragar)”.

“Si la persona se palpa un bulto en el cuello o a raíz de un examen físico se pesquisa un nódulo tiroideo, se debe realizar una ecotomografía tiroidea por un radiólogo con experiencia en cáncer de tiroides, para caracterizar las lesiones y definir el riesgo de malignidad. En Chile, se utiliza la Escala de TIRADS para definir, según las características de la ecotomografía, el riesgo de que el nódulo sea maligno. Si la lesión es sospechosa, se realizará una punción con aguja fina (PAAF) para determinar si es cáncer”, explica.

La visita a un especialista es necesaria en los grupos de riesgos mencionados anteriormente, ya que el profesional debe indicar una serie de exámenes para detectar o descartar algún indicio de posible cáncer. También se debe acudir a una consulta ante la presencia de un nódulo tiroideo sospechoso.

La endocrinóloga señala: “El tratamiento multidisciplinario es la mejor alternativa de manejo en cáncer de tiroides diferenciado, de tal forma que el trabajo conjunto de Endocrinología, Radiología, Medicina Nuclear, Cirugía de Cabeza y Cuello, permitirán obtener los mejores resultados. El principal tratamiento de este cáncer es la cirugía, que puede abarcar la extirpación parcial o total de la tiroides y de los ganglios comprometidos en el cuello”.

Además, añade: “Posteriormente, en Clínica Ciudad del Mar los pacientes con este tipo de cáncer son presentados en el Comité de Cáncer de tiroides, donde se deciden las mejores alternativas terapéuticas para cada caso. El seguimiento posterior se hace con un endocrinólogo y es para el resto de la vida, incluyendo exámenes de sangre y ecotomografía cervical para detectar oportunamente la reaparición de un tumor maligno”.