Cuando la hipertensión arterial amenaza nuestro cerebro

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Responsable de los mayores índices de invalidez física e intelectual, los accidentes cerebrovasculares son hoy el principal factor de riesgo atribuible a una presión arterial elevada o hipertensión arterial. Un mal cada vez más común entre los chilenos, que no suele presentar síntomas ni molestias que la evidencien, y que según el Cardiólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Teodoro Marcos, “actúa de forma silenciosa, dañando de manera irreversible al cerebro y sus funciones superiores”.

La hipertensión arterial o presión alta, explica el especialista CCdM, tiene como predilección obstruir y romper las arterias del cerebro; esto a raíz de un aumento en la ´tensión o presión´ de los vasos sanguíneos que provocan un esfuerzo adicional en el corazón por bombear sangre y oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo. “Cuanto más se retarde el inicio de su tratamiento en el paciente, más se incrementa la probabilidad de dañar los órganos meta o blancos como son el encéfalo, corazón, riñón y arterias en general”, de allí su importancia de tratarla a tiempo y controlar en forma periódica los niveles de presión, dado que las arterias con los años se debilitan y van perdiendo su elasticidad.

Tal y como conocemos tradicionalmente, la medida de la presión tiene niveles mínimos y máximos (alta y baja para muchos). La presión sistólica, llamada comúnmente como alta,  representa la presión del corazón cuando expulsa sangre, y diastólica (bajo) cuando el corazón se llena de sangre. Si bien sus valores normales están entre los 120 – 80  (mínimo –máximo), identificamos como hipertensión arterial cuando estos valores igualan o superan de manera constante los 140 -90 respectivamente.

De acuerdo con el Dr. Marcos, la demencia vascular es una de las tantas alteraciones que surge producto de la hipertensión arterial y la diabetes mellitus. “El daño neurológico provocado por la hipertensión arterial tiene múltiples formas y repercusiones tanto desde el punto de vista intelectual, cognitivo y motor”, agrega.

Su detección precoz es clave

Para el Cardiólogo, Dr. Teodoro Marcos, es importante controlar de forma rutinaria la presión arterial desde la juventud, e incluso –dice- hacerlo desde los primeros años de vida cuando existen factores hereditarios que lo ameriten.

También, recomienda como primer paso para cuidar la presión arterial evitar y eliminar todos los factores de riesgo  -como son el sedentarismo, el sobrepeso, el consumo de cigarrillo y la ingesta excesiva de sal en las comidas-  por  una conducta con hábitos más  saludable, que combinen una alimentación sana con bajo contenido de sodio, rica en nutrientes, proteínas y fibra, integrando a ello un programa de ejercicio físico regular que el paciente pueda controlar su intensidad y desarrollar correctamente. 

Y por último, un adecuado tratamiento farmacológico antihipertensión ha conseguido en los últimos años disminuir el riesgo de complicaciones hipertensivas, reduciendo el peligro de la presión arterial a niveles manejables y normales, por lo que se recomienda seguir las indicaciones médicas de manera constante.