Dieta Mediterránea: Más que un régimen alimenticio, un verdadero estilo de vida

Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet with Walnuts.  (PRNewsFoto/California Walnut Commission)

Variada, accesible, rica y sobre todo muy saludable, la dieta mediterránea ha cautivado a más de un continente con su estilo, buen gusto y versatilidad. Atributos que van más allá de ser una pauta meramente dietética y que reflejan un contexto cultural y social, colmado de tradiciones, creencias locales, sabores e identidad familiar. De allí su transversalidad, ya que puede ser incluida en los hábitos alimenticios de niños, adolescentes y adultos sin contraindicaciones.Dentro de los alimentos que conforman la base de la dieta mediterránea, explica la Nutricionista CCdM, Daisy Ruiz están “las verduras y frutas frescas, legumbres, pescados, papas, cereales integrales y frutos secos; productos de origen natural mínimamente procesados que aportan gran cantidad de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra en quienes la consumen”. El uso del aceite de oliva es el símbolo más característico de las tradiciones culinarias que se viven en España, Italia, Grecia y Marruecos, “ingrediente de origen vegetal que está presente en la mayoría de sus preparaciones, ya sea para untar típicamente el pan o bien a la hora de freír, hornear y aderezar ensaladas, legumbres, carnes blancas y verduras”, agrega.

El aceite de oliva es un alimenticio básico reconocido mundialmente por su gran valor nutricional que ha adquirido una especial relevancia en Chile dado el progresivo aumento de trastornos asociados al Síndrome Metabólico (obesidad, diabetes, hipertensión y  enfermedades cardiovasculares). “El aceite de oliva posee ácidos grasos y antioxidantes que protegen la salud del corazón, ello gracias a su composición rica en ácido oleico muy beneficioso para el aparato circulatorio. También se ha demostrado que su consumo diario ayuda a nivelar los índices del colesterol y triglicéridos en la sangre, equilibra la presión arterial, convirtiéndose en un protector natural frente a enfermedades cardiovasculares”.

Las especias y los condimentos son otros de los secretos de esta pauta, que además de enriquecer con sus aromas las comidas se transforman en una alternativa saludable al uso de la sal. El consumo regular de pescados, huevos y pollo, es otra fuente importante de proteínas y de ácido grasos omega 3 y 6 que incluye este régimen alimenticio, el cual debe siempre estar complementada con deporte o ejercicio físico dos a tres veces por semana.

La dieta Patrimonio de la Humanidad

“La dieta mediterránea comprende un conjunto de conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos”. Así describe la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, el año 2013 a la Dieta Mediterránea. Año que fue inscrita como parte del listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocimiento que busca su protección y difusión a la población dado los importantes beneficios en la salud en quienes comparten este estilo de vida que se ha popularizado por todo el mundo.