El diagnóstico oportuno de Parkinson, permite mantener una buena calidad de vida

 

El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo, después del Alzheimer. El desarrollo de la ciencia ha alcanzado importantes logros en materia de fármacos y tratamientos para frenar el avance de esta enfermedad, sin embargo, aún no existe una cura definitiva. El neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Enzo Rivera, informa sobre la importancia de una detección precoz.

La enfermedad de Parkinson es un proceso neurodegenerativo multisistémico que afecta al sistema nervioso central, provocando la aparición de síntomas motores y no motores. Es una enfermedad crónica y afecta de forma diferente a cada persona que la padece. Su evolución puede ser muy lenta en algunos casos y en otros puede evolucionar más rápidamente.

Es muy difícil de diagnosticar al inicio de la enfermedad, ya que los primeros síntomas son leves, poco específicos por lo que pueden llevar a confusión. La primera fase del Parkinson no suele presentar los típicos síntomas como temblor y rigidez, sino que al principio se manifiesta con dolores articulares pseudo-reumatológicos; cansancio; dificultades para escribir (letra pequeña e ilegible); y cuadros depresivos de larga duración.

A pesar de todos los avances de la neurología, hoy en día se desconoce la etiología o causa de la enfermedad de Parkinson, por lo que también se desconoce cómo prevenirla. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y más del 70% tiene más de 65 años. “Al tratarse de una enfermedad neurodegenerativa, mientras más avanzada sea la edad del paciente, aumentan las probabilidades de padecerla”, explica el neurólogo, agregando que “en la medida en que la población envejece, nos encontramos cada vez con más cuadros de Parkinson”.

En Chile se estima que más de 40 mil personas sufren de Parkinson, según cifras del Ministerio de Salud. Esta patología se origina cuando las neuronas no producen la suficiente cantidad de dopamina, el neurotransmisor fundamental para la función motora del organismo. Sin embargo, el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Enzo Rivera, explica que no todo temblor es Parkinson. En etapas iniciales, pueden aparecer alteraciones en el olfato y otros síntomas que no son evidentes y que muchas veces pueden pasar inadvertidos, como los trastornos del sueño, cognitivos e incluso algunas veces puede manifestarse a través de cambios conductuales y psiquiátricos, asegura el especialista.

Síntomas

Los síntomas motores más frecuentes son: temblor, rigidez, lentitud de movimientos y la inestabilidad postural, entre otros. Además de la alteración motora, otras regiones del sistema nervioso, y otros neurotransmisores diferentes a la dopamina, también están involucrados en la enfermedad, añadiendo otros síntomas, diversos a los síntomas motores típicos, conocidos como síntomas no motores, los que habitualmente aparecen años antes que los síntomas motores. Los más conocidos son: depresión, reducción del olfato, estreñimiento y trastorno de conducta del sueño REM (ensoñaciones muy vívidas).

  • Temblores: son lentos y rítmicos. Predominan en estado de reposo y disminuyen al hacer un movimiento voluntario. No todos los pacientes presentan temblores.
  • Rigidez muscular: Resistencia a mover las extremidades, hipertonía muscular.
  • Bradicinesia: Lentitud de movimientos voluntarios y automáticos. Falta de expresión de la cara. Escritura lenta y pequeña (micrografía). Torpeza manipulativa.
  • Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia adelante. Codos y rodillas están semi encogidos.
  • Anomalías al andar: Marcha lenta, arrastrando los pies. A veces se dan pasos rápidos y cortos, con dificultad para pararse. Episodios de bloqueo: los pies parecen estar pegados al suelo.
  • Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, se producen caídas con facilidad.
  • Trastornos del sueño: insomnio, sueño muy fragmentado en la noche, despertarse muy temprano y no poder volver a dormir, pesadillas vívidas, gritos nocturnos, somnolencia diurna.

Cuando una persona nota que está más lenta, inexpresiva, más torpe en las actividades motrices, con o sin temblor, y le cuesta mover una pierna más que la otra, se recomienda consultar con un neurólogo.

La detección oportuna mejora el pronóstico del paciente en relación a la incapacidad que va generando el Parkinson, ya que permite una rehabilitación más efectiva. Lamentablemente aún no se ha descubierto ningún tratamiento preventivo que pueda evitar esta patología, sin embargo, la medicina puede reducir los síntomas.

Hacer ejercicio es una excelente forma de evitar las patologías neurodegenerativas, lo ideal es realizarlo tres veces por semana. “Es importante destacar que el Parkinson no es una enfermedad mortal. Con el paso de los años pueden surgir algunos impedimentos funcionales, pero no son totalmente limitantes. Es un mito que el Parkinson dejará inválido al paciente, ya que cada vez surgen más y mejores tratamientos que otorgan al paciente una mejor calidad y expectativa de vida”, afirma el especialista.