Enfermedades metabólicas: Síntomas y tratamientos

Según la última Encuesta Nacional de Salud realizada el 2017, el 75% de la población chilena tiene sobrepeso u obesidad, condiciones que pueden generar múltiples problemas de salud, por ejemplo, enfermedades del metabolismo relacionadas a hábitos y peso.

Las patologías del metabolismo son desórdenes en el funcionamiento del organismo, debido al manejo y mantención inadecuado de los niveles de algunos nutrientes, como las grasas y azúcares. Se pueden manifestar en diferentes alteraciones como en la insulinorresistencia, diabetes, presión arterial, triglicéridos, aumento de la grasa abdominal, bajas del colesterol bueno y altas del malo. 

La Dra. Carla Lake, médico general de obesidad de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Los síntomas se presentan en el aumento de peso y adiposidad abdominal, oscurecimiento en el cuello u otros pliegues, lo cual se conoce como acantosis nigricans. También, pueden aparecer lesiones llamadas acrocordones, conocidas comúnmente como lunares de carne. Estas dos manifestaciones se deben a un mecanismo de engrosamiento en la alteración de la piel, que ocurre principalmente en cuello y axila. En el caso del colesterol, es más ocasional que se muestren signos físicos, pero puede generar xantomas, que son placas de colesterol debajo de la piel de color amarillo, ubicadas en los párpados. El resto de señales, prácticamente, el paciente no las advierte”. 

 

De estas enfermedades, las más frecuentes se deben a un problema con el manejo de los carbohidratos, que suele iniciar con resistencia a la insulina, seguido de una prediabetes y diabetes tipo 2.  Además, la presencia de problemas con el colesterol y triglicéridos, hipertensión arterial, hígado graso, que hoy en día son bastante frecuentes a toda edad. Otra de menor impacto es la hiperuricemia, que es la elevación del ácido úrico, que en casos extremos, se presenta cuando hay un elemento genético como una artritis gotosa (gota). Por otra parte, a veces existe una relación de mayor desarrollo de cálculos renales.

“Las causas son, principalmente, la predisposición genética y factores ambientales como el sedentarismo y los hábitos de alimentación, sobre todo cuando son de mala calidad, con mucha ingesta de alimentos ultra procesados, cargados de grasa, azúcares y sal. Las personas más propensas a desarrollar estas patologías son aquellas con historial familiar o que han tenido enfermedades de tipo cardiovascular como infartos, accidentes cerebrovasculares, entre otros”, añade la especialista. 

Es recomendable acudir con un profesional cuando se conocen antecedentes o ha existido un cambio en el paciente, ya sea en el peso, rutina o siente que su organismo no está funcionando adecuadamente. Lo recomendable es hacer un control periódico anualmente desde la adolescencia y, si se presentan problemas importantes de peso o de hábitos, desde la niñez. 

La Dra. Lake señala: “Para el diagnóstico es necesario una evaluación donde el médico realiza una entrevista sobre el estado de salud del paciente y un examen físico completo de mediciones de peso, estatura, circunferencia abdominal, el tamaño del hígado y cambios en la piel. En el caso de sospechar de riesgo cardiovascular elevado o tener sintomatología de este tipo, se solicita también un estudio de presión arterial y cardiaco, ya sea un electrocardiograma o test de esfuerzo”.  

El principal tratamiento para estas enfermedades es interdisciplinario, donde se busca abarcar la alimentación, actividad física y la resolución de las patologías que ya están instauradas. Se suele complementar con ayuda de kinesiólogos y psicólogos. En primera instancia, se trabaja con fármacos, pero en casos puntuales se puede optar por procedimientos quirúrgicos.

Finalmente, la profesional agrega: “En la actualidad, están apareciendo estas patologías sin antecedentes y en población joven, por lo tanto, para prevenir estos problemas, se recomienda llevar estilos de vida saludables, mantenerse activos y realizar un chequeo médico una vez al año”.