En un comienzo, Lucas practicaba el surf solo cuando iba a Pichilemu. Hace poco más de dos años, en uno de los veranos con la Fundación Andes Mágico, conoce a una de las guías participantes y coinciden que ambos son de Viña del Mar. Esta guía le comenta que dirige una Escuela de Surf en playa La Boca de Concón y lo invita a surfear junto a su grupo.
Y así partió practicando surf regularmente, todos los fines de semana. Hace algunos meses se presentó al Primer Campeonato Nacional de Surf Adaptado donde obtuvo el segundo lugar. De ahí en adelante para Lucas todo es surf”.
Y en tu rol como mamá, ¿Cuáles han sido los mayores miedos y logros que has podido observar en él?
“Como mamá, uno siempre es más aprensiva y desconfiada con los deportes que implican fuerza, riesgo y adrenalina. Mis principales miedos iban con la profundidad del mar y lo difícil que es salir cuando queda atrapado bajo una serie de olas. Pese a esos temores, siempre he sentido tranquilidad. Sus instructores son personas con gran experiencia, que en todo momento me entregan seguridad, y a Lucas una confianza tremenda que se basa en que los imposibles no existen. Gracias al surf ha podido mejorar su postura corporal, su concentración y autoestima, principalmente cuando analiza la mejor forma de enfrentar y superar las distintas situaciones dentro del agua. Ha aprendido lo importante que es seguir instrucciones, poniendo a prueba todas sus capacidades y experimentando lo importante que es la amistad, la confianza y el respeto”.
Cuéntame, ¿Cuán orgullosa te siente de Lucas y qué es lo que más destacas de todo esto?
“Cuando Lucas comenzó a practicar con la tabla lo veíamos mucho más cerca de la orilla, tomando solo pequeñas olas. Hoy, muchas veces, ni logro divisarlo por el agua. Toma grandes olas, una y otra vez, como lo hacen los grandes deportistas de surf; incluso, se gana el aplauso y el reconocimiento de sus pares. Lo que más destaco de esta experiencia es la naturalidad con que se vive la inclusión en Playa La Boca de Concón; los surfistas han sido tremendamente empáticos, respetuosos y apoyadores. Aquí no es extraño toparse un día con un surfista ciego y al otro con uno parapléjico, es absolutamente cotidiano. Ellos saben la dificultad de este deporte y han manifestado su admiración y respeto. Me siento orgullosa no solo por los avances de Lucas, sino porque ha sido parte de un cambio en la forma de ver a las personas con discapacidad”.
Próximamente, Lucas participará de un campeonato fuera del país, ¿Es el único chileno en su categoría?
Este 24 de septiembre parte el Primer Campeonato Mundial de Surf Adaptado en La Jolla, California, Estados Unidos. Lucas es el único participante chileno con ceguera que compite con asistencia (entra con sus dos instructores, quienes dan indicaciones verbales, uno desde el agua y otro en la orilla). Un gran salto que emprende junto a otro joven de 24 años, Elías Valencia, que es parapléjico. Y que nos tiene con todas ganas de seguir apoyándolo en sus logros personales.
¿Pensaste alguna vez que llegaría a cruzar las fronteras surfeando?
La verdad es que no. Siempre vi el Surf como una excelente terapia, pero nunca me imaginé llegar a una instancia como ésta, en la que podría representar a su país.
Y finalmente, ¿cómo ves a Lucas en los próximos años?
Lo veo simplemente feliz y pleno. Haciendo no se qué, pero siempre en movimiento, logrando cada vez algo nuevo y, por supuesto, siempre apoyado incondicionalmente por su familia.
