“Fofisanos”: un estilo de vida poco saludable

Fofisanos

No es raro ver en nuestra sociedad a hombres y mujeres con abdomen abultado. Incluso muchos hasta apodan a esta aglomeración en nuestro estómago como “guatita regalona” o “ponchera”. Se trata de una característica que se ha transformado en tendencia durante los últimos años, más aún, cuando la semana recién pasada un periódico español mostrara esta condición como algo habitual en los hombres, que ven cada vez más lejos la figura escultural de un abdomen plano, optando por esta vía un poco más relajada.

Sin embargo, la voz especializada es clara frente a este tema y Javiera Quijada, Nutricionista de Clínica Ciudad del Mar no duda en derribar los mitos que giran en torno a la idea de ser un “fofisano”. “Es una tendencia que sale a partir de un artículo que se popularizó y hoy mucha gente está hablando sobre este tema en positivo. Sin embargo, la grasa abdominal es muy peligrosa”, sostiene.

Asimismo, agrega que “esta obesidad central puede producir diabetes, resistencia a la insulina e incluso problemas cardiacos, porque se acumula alrededor de los órganos más importantes del cuerpo, poniendo en riesgo su buen funcionamiento”.

Tras esta aclaración que derriba las posibilidades de transformar al “fofisano” como un estilo de vida o un modelo a seguir, cabe destacar cuáles son los aspectos negativos de esta nueva tendencia. “Está comprobado que la grasa visceral es una de las más peligrosas que existe, debido a que produce sustancias tóxicas que se liberan alrededor de los órganos importantes, produciendo inflamación y enfermedades metabólicas”, señala Javiera Quijada.

¿Cómo identificar el riesgo?

Llevar una vida saludable implica cambiar hábitos importantes en materia de alimentación y actividad física. Estas recomendaciones, según la nutricionista CCdM, son las vías indicadas para mantener un peso apropiado a nuestras características.

Pero si alguna persona ha desarrollado este común tipo de obesidad, puede utilizar ciertos recursos para identificar los riesgos a los que se expone. “Existe una forma de calificar nuestro estado en relación a esta obesidad central. Esto implica medir el perímetro de la cintura. En el caso de las mujeres, cuando este perímetro es mayor a los 88 centímetros; y en el caso de los hombres 120 centímetros, estamos hablando de un riesgo que puede conllevar hasta problemas de carácter respiratorio”, aclara.

“La alimentación debe ir de la mano con la actividad física. No basta sólo con evitar las frituras y la comida chatarra, sino que hay que preocuparse de realizar actividad física en forma diaria”, concluye.