Glaucoma, la silenciosa enfermedad que amenaza nuestra visión

Una de las principales causas de ceguera irreversible en la población es producida por el Glaucoma, patología que no presenta síntomas hasta etapas muy tardías de la enfermedad.  

Es justamente por esta razón que se vuelve primordial la prevención, ya que con un diagnóstico oportuno es factible iniciar un tratamiento que evite la pérdida de la función visual.

El principal factor de riesgo de esta enfermedad es el aumento de la presión intraocular. La Dra. Tatiana Cevo, Oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica que “el glaucoma actúa comprometiendo el campo visual periférico en una primera etapa, para luego producir una pérdida progresiva del campo visual, hasta finalmente producir ceguera”.

Prevención

La clave se encuentra en la prevención y tratamiento oportuno. La especialista indica que principalmente “los pacientes sobre 40 años deberían controlarse anualmente con oftalmólogo, especialmente por el riesgo de presentar patologías que por muchos años son asintomáticas como es el caso de glaucoma, enfermedad en la que el diagnóstico y tratamiento precoz puede hacer la diferencia entre tener una visión normal y útil, y la progresión a la ceguera”.

Pesquisa

La Dra. Cevo, señala que existen diversos exámenes para diagnosticar esta enfermedad, indicados principalmente para adultos mayores de 40 años, sobre todo para aquellos con familiares de primer grado con antecedentes de glaucoma (papás, hermanos o hijos).

  • Campimetría: Mide el campo visual, registrando áreas de pérdida visual periférica, que se producen secundarias a la muerte de células ganglionares en glaucoma.
  • Tonometría: Toma la presión Intraocular, el principal factor de riesgo asociado a esta patología.
  • OCT de papila: Esta es una evaluación imagenológica que muestra el grosor de la capa de fibras ganglionares alrededor del nervio óptico y que se altera precozmente en glaucoma.

Al ser una enfermedad silenciosa, se vuelve primordial realizarse estos chequeos periódicamente, ya que cuando el paciente presenta síntomas (defectos en el campo visual y pérdida progresiva de visión), ya puede ser demasiado tarde.