Hipoacusia en Chile

Dr. Aburto - Clínica Ciudad del Mar

La hipoacusia se ha definido como aquella discapacidad para escuchar los sonidos a una intensidad normal, que se establece en 20 decibeles, unidad física que se ha determinado para medir la intensidad del sonido. La incapacidad para escuchar sobre este nivel, se denomina hipoacusia o sordera.

Una persona que tiene problemas para escuchar sonidos sobre 30 decibeles tendrá problemas a nivel social para poder interactuar normalmente con el resto de las personas y en muchas ocasiones requerirá que las frases de una conversación le sean repetidas.

Establecer cuántas personas están en esta situación es difícil, pero indudablemente es alto y probablemente entre el 40 a 50% de la población tendrá, a lo largo de su vida algunos problemas de audición.

Según un estudio elaborado el año 2002 por el Ministerio de Salud, realizado solo a personas con sordera profunda, es decir, aquellas que no se pueden comunicar con el resto de su ambiente en condiciones normales, estableció que cerca del 2% de la población presentará problemas antes de cumplir los 10 años de edad y casi un 10 % sobre los 65 años.

Claramente existe un enorme grupo de personas que se encuentra en niveles con menores problemas auditivos, pero que igualmente se sienten discapacitadas frente a un oyente normal.

Las causas de la hipoacusia se pueden dividir a grandes rasgos entre las congénitas o hereditarias que corresponden a aproximadamente un 50% de los casos y las adquiridas que son de un origen diverso, desarrolladas con posterioridad al nacimiento.

La frecuencia de la hipoacusia en el recién nacido es, tal vez, una de más frecuentes y según diversos estudios en Chile se estima puede ser entre 1 a 3 por cada 1000 nacidos, una cifra que es muy preocupante y que ha llevado al gobierno a implementar, a través de las autoridades, medidas para solucionar este problema. Muchas de estas disposiciones aún están en evaluación, como el tamizaje universal de la audición del recién nacido.

Dentro de las hipoacusias adquiridas, podemos definir que en la población infantil, la infección de los oídos es la causa más frecuente de pérdida de audición y que afortunadamente, detectada y tratada a tiempo, es reversible.

En el adulto, la causa más frecuente es la presbiacusia o envejecimiento del aparato sensorial de la audición. La presbiacusia comienza a presentarse con mayor frecuencia a contar de los 55 años y puede tornarse severa a contar de los 65 años. Según el MISAL alrededor de un 25% en la población sufre de presbiacusia en nuestro país.

Esta situación lleva a que los pacientes sientan un aislamiento de su entorno, lo que provoca un aumento en la depresión, que habitualmente es frecuente en esta edad. El gobierno ha implementado una ley GES o Auge que permite entregar audífonos gratuitamente a todos los pacientes mayores de 65 años, que reúnan los requisitos establecidos.

Si se considera la magnitud del problema, es claro que una hipoacusia no detectada y tratada al  nacer va a repercutir en el desarrollo del lenguaje y todo el aprendizaje comunicacional posterior del niño, por lo tanto, es indispensable su detección y manejo.

El origen de estos problemas, como ya está definido puede ser pre natal o adquirido, dentro de estas últimas están las infecciones de aparato respiratorio que genera inflamación del oído medio, conocida como otitis media y suele tener una recuperación de la audición en un 100% . Sin embargo, existe una excepción, proveniente de infecciones virales, que pueden causar una sordera profunda e irreversible y que afortunadamente desde que se inicia la vacunación para la parotiditis en Chile, es de frecuencia muy excepcional.

El tratamiento habitual para las sorderas que no puede ser solucionadas con tratamiento medicamentoso, son los audífonos. Actualmente existe una amplia gama de distintos tipos de audífonos que pueden dar solución a la gran mayoría de las hipoacusias. En aquellos casos en el audífono no es suficiente, existe la posibilidad de implantes cocleares que utilizan un procesador de sonidos externos y que reemplaza al oído interno, y que se ha convertido en la gran solución para la hipoacusia profunda en recién nacidos, lo que les permite reintegrarse a la sociedad como normo oyentes.

Hay una gran diferencia entre la pérdida de audición antes y después del aprendizaje del lenguaje y la fijación de éste hasta los 7 años de edad aproximadamente. Un niño no rehabilitado a tiempo se comportará como un niño sordo mudo y su cerebro jamás será capaz de adquirir la habilidad para rehabilitarse con un lenguaje normal.

En tanto, los sordos post lingüísticos son más fáciles de rehabilitar, ya sea con audífonos o con un implante coclear, con los cuales podrán escuchar y hablar normalmente.

Por último, el ruido en las grandes ciudades está claramente causando un problema en la sociedad, no solo en la pérdida auditiva, sino también a nivel sistémico ya que afecta la parte emocional de la personas y con ellos los factores asociados como son las enfermedades cardiovasculares y nerviosas.

A nivel profesional, aproximadamente, un 30% de los trabajadores expuestos a un traumatismo sonoro experimenta un daño auditivo secundario a la exposición al ruido. Frente a este problema el único tratamiento es la prevención.