La actividad física: Factor protector en niños con riesgo cardiovascular

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Desarrollar una salud cardiovascular sana desde los primeros años de vida de nuestros hijos es uno de los principales esfuerzos de los padres de hoy.

Entrenarlos activa y deportivamente, día a día, con hábitos alimenticios equilibrados que ayuden a mejorar la salud del corazón y que reduzcan la probabilidad de padecer en la edad adulta enfermedades crónicas no transmisibles, se ha convertido en un tema en el que deben ser educados desde temprana edad. Más aún, en momentos donde cifras país nos muestran que un tercio de la población chilena sufre de diabetes, cáncer, accidentes cerebrovasculares y problemas cardiovasculares.

Esta perspectiva se complica aún más cuando a nivel familiar existen antecedentes congénitos de riesgo coronario y/o cardiovascular, que afectan directamente el bienestar de nuestros hijos. La angustia, la aprehensión y la sobreprotección de los padres en aquelllos niños con sospecha de patología cardíaca se hacen más evidentes en estos casos, excluyéndolos de la posibilidad de realizar ejercicios de manera regular en la etapa escolar o fuera de ésta.

Para el Dr. Ricardo Eltit, Cardiólogo Infantil de Clínica Ciudad del Mar son muy pocas las situaciones en que no es aconsejable que los niños practiquen alguna actividad deportiva. “Incluso en pacientes con patología cardiovascular conocida es posible y necesario realizar una evaluación que permita establecer niveles de riesgo y a partir de esto desarrollar orientaciones de actividad, considerando la enfermedad de base y el nivel de entrenamiento cardiovascular de cada paciente. La mayor parte de las veces una historia clínica familiar y personal detallada junto a un examen físico orientado (en algunos casos asociado a exámenes básicos) permiten aconsejar niveles de actividad física con un nivel de seguridad importante tanto para los niños, sus padres y el entorno escolar. Es obligación del equipo de salud educar que la actividad física deportiva es un factor protector de riesgo cardiovascular para nuestros niños, inclusive si tiene alguna patología cardiológica. Una situación indeseable es aquella en que niños con patologia cardiológica conocida pero que están en condiciones seguras de desarrollar una determinada actividad física sean limitados por sus padres, el entorno y peor aún por el equipo de salud”.

“Los pacientes con cardiopatías congénitas pueden practicar la mayoría de las veces algún tipo de deporte, sin excluirlos ni hacerlos sentir diferentes. Es obligación del equipo de salud evaluar que la actividad deportiva sea segura para cada paciente en particular, de manera que el niño pueda intentar llevar una vida lo más normal posible. El seno familiar debe contribuir a generar este equilibrio en su entorno, integrándolos a rutinas simples de ejercicios, que bien sabemos ayudan al desarrollo de su coordinación psicomotora, los mantiene saludables y en buen estado físico”, agrega el especialista CCdM.