Las enfermedades respiratorias son el principal problema de salud que se trata en los servicios de urgencia pediátricos durante los meses de invierno. Lo anterior se traduce en un alto índice de hospitalización que motiva la conversión de camas en el área pediátrica, intentando absorber de esta forma la gran demanda que se produce.
En invierno se presentan condiciones ambientales como el frío, encierro, mayor cercanía de las personas, falta de ventilación de los ambientes y algunos sistemas de calefacción como la leña y parafina, que facilitan la propagación de virus respiratorios como la influenza; parainfluenza; virus respiratorio sincicial (VRS); adenovirus; metaneumovirus; rinovirus y bocavirus. Agentes causativos que pueden ser diagnosticados actualmente por el acceso a la tecnología biomolecular.
En esta línea, el Dr. Gustavo Ríos, Pediatra y Médico Coordinador de la Unidad de Pediatría de Clínica Ciudad del Mar, señaló que este año se ha registrado un notorio aumento en los casos de influenza H1N1 y virus sincicial respiratorio en niños. Si bien en el primer caso la vacuna ayuda a prevenir la aparición de la enfermedad, actualmente la cobertura de la inmunización está lejos de alcanzar el 100%.
Las enfermedades respiratorias suelen afectar toda la vía aérea, desde la nariz hasta los pulmones y pueden presentarse como un simple resfrío común, o muy grave como neumonía o bronquiolitis con insuficiencia respiratoria. Entre las causas se encuentran aquellas provocadas por virus, gérmenes bacterianos y mycoplasma, a través de la inhalación de gotitas microscópicas en el aire o al tocar un área contaminada por un enfermo.
Según lo explicado por el especialista de Clínica Ciudad del Mar, durante el año 2015 los casos de influenza H1N1 comenzaron a registrarse en la semana 28, mientras que este año la cifra ha registrado un ascenso en el número de casos respecto al mismo periodo del año anterior. También es relevante el aumento de casos de virus respiratorio sincicial en relación a la misma fecha del año pasado, lo que hace presumir la gran demanda de hospitalización en camas críticas, especialmente en lactantes menores de 3 meses.
“Sabemos que el grupo de lactantes que conlleva más severidad y eventualmente internación en UCI, son aquellos que poseen antecedentes de prematurez, con displasia broncopulmonar (daño pulmonar crónico con requerimiento de oxígeno por 28 días), y aquellos que nacen con malformación cardiovascular. En esta línea, existe un programa del MINSAL para la prevención de la infección por VRS, pero está enfocado sólo en aquellos pacientes susceptibles, que sean prematuros y presenten displasia broncopulmonar, dejando fuera a los prematuros en general y a los lactantes cardiópatas” señaló el Dr. Gustavo Ríos.
Tomar algunas medidas básicas como enfatizar la lactancia materna, no fumar, estornudar o toser tapando la boca y la nariz con el antebrazo, además de un minucioso lavado de manos, son muy relevantes a la hora de la prevención del contagio de enfermedades respiratorias. En el caso de la influenza, es importante inmunizar a los niños: “las vacunas que utilizamos son prácticamente libres de de efectos laterales indeseables. Su mínimo componente de mercurio no es dañino y por su puesto ayudan a prevenir la aparición de esta enfermedad”, explicó el Dr. Gustavo Ríos.
Es importante señalar que se debe acudir al centro asistencial más cercano si el paciente presenta signos o síntomas como cambios en el estado de ánimo, decaimiento, rechazo alimentario y apremio respiratorio con o sin fiebre.
