Rinitis alérgica o resfrío: ¿Cuánto sabemos de cada una de ellas?

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Durante el cambio estacional es muy común confundir los síntomas de un simple resfrío con los de un cuadro de rinitis alérgica. Conocer las diferencias entre ambas afecciones respiratorias, explica la Otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Jimena Cevo, es crucial para iniciar un adecuado tratamiento y así evitar la aparición de futuras complicaciones.

Congestión nasal, estornudos, ardor en ojos y garganta son síntomas muy comunes por estas fechas y que por momentos nos hacen dudar de lo que realmente nos pasa. Molestias que a menudo son inofensivas pero que en muchos generan reacciones que afectan a la calidad de vida.

Tal y como lo indica la Otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Jimena Cevo, la rinitis alérgica tiene su origen en el sistema inmunológico del organismo, que al verse expuesto a ciertos aeroalérgenos (sustancias o factores medioambientales como ácaros del polvo, polen y especies arbóreas) inflaman la capa interna de la nariz (mucosa nasal) provocando secreción, estornudos, picazón de nariz, obstrucción que dificulta el descanso nocturno. “En el paciente con rinitis alérgica, este conjunto de síntomas aparece de manera intermitente o persistente en distintas épocas del año, con eventuales complicaciones como son trastornos en la respiración bucal, conjuntivitis alérgica y sinusitis aguda o crónica, que puede causar la pérdida del olfato y requerir una eventual intervención quirúrgica” señala la especialista.

Si bien, la predisposición genética juega un rol fundamental en quienes la padecen, lo cierto es que también hay un gran porcentaje de casos donde la rinitis alérgica no está determinada por un factor solo hereditario, por lo que puede manifestarse a cualquier edad. “Para su diagnóstico, indica, el paciente requiere exámenes clínicos (físicos y de laboratorios) a fin de detectar la naturaleza de los síntomas e iniciar un tratamiento que controle la inflamación  y modere su aparición, dado que la rinitis alérgica no es una afección con una cura definitiva”, explica.

Dentro de las alternativas de tratamiento farmacológico para evitar los alérgenos están por ejemplo los antihistamínicos vía oral, descongestionantes e inhaladores nasales que bloquean la histamina, reducen la secreción, mejoran la obstrucción y alivian la picazón. La inmunoterapia es otra de las alternativas que busca disminuir la sensibilidad de un alérgeno específico a través de una serie vacunas aplicadas bajo un tiempo determinado.

Paralelamente se aconseja una limpieza frecuente y una buena ventilación de los espacios en común del hogar, evitando en las habitaciones la acumulación de libros, alfombras y muñecos de peluche.

A diferencia de la rinitis, el resfriado común se transmite por el contacto directo de gérmenes. “Un proceso infeccioso de la mucosa nasal y de la faringe originado por un virus que no suele durar más de 15 día que se transmiten fácilmente de una persona a otra a través de gotas que son expulsadas en la tos o los estornudos”, explica la especialista de Clínica Ciudad del Mar. Por lo general el resfrío se asocia a un malestar corporal acompañado de tos, congestión nasal y en ciertos casos con estados febriles.

Para su tratamiento es siempre recomendable el reposo, la ingesta de abundante líquido, uso de analgésicos, además de un adecuado lavado de manos,  ya que éstas son un importante vehículo de transmisión de la infección en superficie