Tiroides: qué es y cómo se manifiesta

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Cambios en la frecuencia cardiaca, el peso corporal y la regularidad menstrual son algunas de las funciones controladas por la tiroides, por lo que es importante poder estar alertas sobre su actividad. En este sentido, la Dra. Berta Garrido, endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica qué es y cómo trabaja esta glándula, además de entregar una serie de recomendaciones para cuando ésta presenta problemas.

La tiroides es una glándula, con forma de mariposa, ubicada en la parte inferior del cuello y es la responsable de la producción de hormonas que controlan el metabolismo, el equilibrio cardiovascular y el crecimiento del organismo. Su función primaria es producir, almacenar y liberar cantidades suficientes de hormonas tiroideas: Tiroxina (T4) y Triyodotironina (T3).

De acuerdo a la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes ―SOCHED―, una de cada cinco mujeres sufre problemas a la tiroides. En tales casos, la mayoría de las personas no ha recibido un diagnóstico certero, atribuyendo sus síntomas al cansancio y/o depresión.

“Es importante estar alerta a las señales que el organismo va presentando, de modo que se pueda llevar a cabo un tratamiento efectivo acorde con el mal que cada paciente presente. Así, se controlará la disfunción y se recuperará la calidad de vida de la persona”, explica la endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Berta Garrido.

Tipos de alteraciones

Los trastornos que afectan la glándula son cada vez más comunes en Chile, provocando una serie de enfermedades que si bien no son tan graves, son importantes de detectar a tiempo para evitar problemas más serios de salud. Las alteraciones más comunes son:

Bocio: es el agrandamiento de la glándula tiroides, que puede ser con función tiroidea normal, hiperfunción o hipofunción.

Hipotiroidismo: es el desorden tiroideo más frecuente, pues es el que tiene mayor prevalencia en nuestro país, sobre todo en la población femenina, donde una de cada cinco mujeres lo padece. Está presente cuando hay una insuficiencia de las hormonas tiroideas. Se caracteriza por manifestaciones de cansancio, sueño, piel reseca o escamosa, aumento de peso, intolerancia al frío y dolores musculares o de las articulaciones, entre otros.

Tales síntomas no son exclusivos del hipotiroidismo, y por ello es que el diagnóstico depende de un examen de sangre que indique un nivel elevado de TSH y bajo de T4 o T3.

La endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar explica que es importante tratar a tiempo esta enfermedad, pues puede causar daños cardiovasculares, como arritmias u otras alteraciones del corazón. “El hipotiroidismo suele ser un fenómeno gradual que varía desde casos subclínicos en los cuales solo puede evidenciarse la alteración bioquímica (examen de laboratorio), a casos muy severos en los que la ausencia de diagnóstico y tratamiento puede llevar a desarrollar un coma mixedematoso”, indica.

Además, la Dra. Garrido señala que para tratar este mal se deben usan medicamentos que reemplacen la hormona que la tiroides no es capaz de producir y controlar y ajustar la dosis con el especialista de cabecera.

Hipertiroidismo: enfermedad padecida por una de cada cien mujeres y uno de cada mil hombres, que se caracteriza por la producción en exceso de las hormonas tiroideas. Entre sus síntomas más comunes se encuentran la pérdida de peso, aumento de la frecuencia cardiaca, sensibilidad al calor, sudoración excesiva, ansiedad, irritabilidad y trastornos en la menstruación.

El hipertiroidismo se presenta con una muy baja frecuencia en nuestro país, donde sólo un 0,5% de la población general lo desarrolla, cifra muy semejante a las comunicadas en otras partes del mundo, donde las frecuencias no superan el 1% de los casos.

De acuerdo a la doctora Berta Garrido, para combatir esta enfermedad hay tres tratamientos posibles: uso de fármacos, yodo radioactivo y/o cirugía. Esto ayudará a disminuir los niveles de las hormonas alteradas.

Nódulos tiroideos: son protuberancias anormales producto de un crecimiento del tejido tiroideo encapsulado. Pueden desarrollarse a cualquier edad, aunque es más frecuente en las mujeres de edad mediana. En la mayoría de los casos son benignos y sólo el 5% de ellos pueden ser cancerígenos. Para detectarlos, el mejor procedimiento es la ecografía tiroidea, pues da una orientación al médico respecto a su tamaño y características. Además, se pueden requerir pruebas sanguíneas para revisar el funcionamiento de la glándula.

Los nódulos no presentan síntomas y, en general, no representan gran peligro, aunque es importante diagnosticarlos a tiempo para evitar alguna complicación.

“Generalmente estos nódulos pueden no presentar síntomas, pero a veces, al ser de mayor tamaño, puede causar dolor o ronquera e incluso dificultar el tragar o respirar”, afirma la especialista.

Cómo afecta esta enfermedad

La tiroides aqueja tanto a hombres como a mujeres, siendo éstas últimas quienes tienen mayor riesgo de padecerla. En este sentido, la disfunción tiroidea en la población femenina bordea el 12%, mientas que en los hombres alcanza el 4%.

Dentro del grupo de riesgo, en el caso de las embarazadas hay que ser más cuidadosos, pues si no se controla a tiempo puede provocar compromisos en la gestación. Así, es esencial lograr un buen desarrollo fetal de modo que el recién nacido no presente complicaciones a futuro.

En otras circunstancias, cuando se trata de pacientes ambulatorios que consultan por trastornos de ánimo y metabolismo, se ha demostrado que hasta un 20% de ellos presenta alguna disfunción tiroidea, siendo la más común el hipotiroidismo.

La endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar recuerda la importancia de estar atentos a los síntomas que se puedan presentar, sobre todo cuando se supera la barrera de los 40 años. “Su oportuna detección puede evitar la aparición de complicaciones neuropsiquiátricas, cardiovasculares y metabólicas”, puntualiza.