Trastornos del sueño

Sin duda que los trastornos del sueño (TS) han adquirido importancia epidemiológica creciente en la última década. Tan sólo el insomnio afecta al menos a una de cada 3 personas a lo largo de su vida. Las consecuencias médicas, económicas y legales son enormes y afectan en forma transversal a la población. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2009, los TS afectan al 63,2% de la población mayor de 15 años, independientemente del nivel educacional, pero con mayor proporción en la mujer.

Los TS se asocian al doble de riesgo de accidentes en el trabajo, siendo mayor en los trabajadores más jóvenes o con menos experiencia laboral. Por otra parte, en uno de cada 5 accidentes de tránsito está involucrado algún trastorno del sueño. Esto significa un promedio de 1.500 muertes y más de 76.000 heridos al año tan solo en EEUU, con un costo de 12 mil millones de dólares al año.

Algunas de estas patologías son el insomnio, que se traduce en un dormir poco reparador, o bien la hipersomnia que la somnolencia diurna excesiva. Por otra parte,  una patología muy importante es la apnea obstructiva del sueño, donde se produce la obstrucción parcial o completa las vías respiratorias en forma intermitente, interrumpiendo el flujo normal de aire a través de la vía respiratoria superior. También existen patologías que afectan alguna de las etapas del sueño, como el sonambulismo o caminar dormido; la somniloquia que es hablar dormido; el bruxismo que se traduce en apretar los dientes al dormir y el síndrome de piernas inquietas (SPI), es decir, sentir la necesidad imperiosa de mover las piernas estando acostado, lo que impide un descanso reparador.

Nuestra Clínica cuenta con un Centro de Estudio del Sueño Adulto a cargo del Dr. Enzo Rivera, Neurólogo y Neurofisiólogo Clínico, y un grupo multidisciplinario de especialistas altamente especializados en el diagnóstico y tratamiento de las patologías relacionas al sueño.

Entre las patologías del sueño más frecuentes se encuentran las siguientes:

Insomnio

Se define como la dificultad para iniciar o mantener el sueño, que produce una sensación de cansancio durante el día. Alrededor de un tercio de la población lo sufre una vez en su vida y hasta un 15% lo padece de manera crónica. Pero no es una enfermedad, sino la consecuencia de otras anomalías que es necesario diagnosticar.

Hay que saber también que una noche sin poder conciliar el sueño no es insomnio. Éste se ratifica cuando la persona demora 30 minutos o más en quedarse dormido, tiene interrupciones del sueño que duran por lo menos media hora o despierta muy temprano. Esto debe repetirse al menos 3 noches por semana.

Además hay que considerar que de acuerdo a la edad, los requerimientos de sueño varían. Dr. Enzo Rivera señala que “es normal, por ejemplo, que los adultos mayores necesiten dormir menos y esto es porque la melatonina, que induce el sueño, decae con los años. Para tratar el insomnio no basta con medicamentos, sino en identificar otras patologías o factores ambientales y psicológicos, mediante terapias como la  cognitivo-conductual”.

Hipersomnia

Es la somnolencia diurna excesiva, es decir, la incapacidad de mantenerse despierto y alerta durante el día. Según su intensidad puede llegar a  producir accidentes laborales o de tránsito, fallas de concentración y aprendizaje, menos rendimiento académico y en el trabajo y mayor accidentabilidad.

Apnea Obstructiva del Sueño

La apnea obstructiva del sueño es otra patología riesgosa y subdiagnosticada. Al menos la mitad de las personas que roncan, lo padecen, especialmente las personas obesas y los varones de más de 50 años de edad. En estos casos el paciente está muy somnoliento durante el día porque en la noche sufre de pausas respiratorias recurrentes y prolongadas que llevan a disminución de la oxigenación cerebral y muchos despertares nocturnos que interrumpen el sueño y disminuyen su eficiencia.

El especialista Dr. Rivera enfatiza que “es un problema muy importante de diagnosticar y tratar porque aumenta el riesgo de hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular”.

Sonambulismo

Es un trastorno que ocurre cuando las personas caminan o realizan otra actividad motora estando dormidas. Generalmente ocurre en niños y es una condición benigna, ya que desaparece alrededor de la adolescencia. No es necesario dar medicamentos ni alarmarse, ya que el paciente no padece de enfermedad subyacente.

Por lo regular, no se conoce la causa del sonambulismo, pero hay una base genética y su ocurrencia está asociada a fatiga, falta de sueño y ansiedad.

Somniloquia

Se produce cuando se habla en voz alta durante el sueño. Un oyente puede o no puede ser capaz de entender lo que se está diciendo. También es una condición benigna con base hereditaria, que no está relacionada a patología psiquiátrica ni requiere un tratamiento específico. Suele afectar a niños y adolescentes, aunque puede ocurrir en edades mayores.

Bruxismo

Es cuando una persona aprieta los dientes o sujeta fuertemente los dientes superiores e inferiores, o los hace rechinar, es decir, deslizar o frotar los dientes de atrás hacia adelante uno sobre el otro.

Causas

Las personas pueden apretar y rechinar los dientes sin ser conscientes de ello. Esto puede suceder tanto durante el día como durante la noche, aunque el bruxismo relacionado con el sueño a menudo es el mayor problema, ya que es más difícil de controlar.

Hay algún desacuerdo sobre la causa del bruxismo. El estrés diario puede ser el desencadenante en muchas personas. Una causa importante es la apnea obstructiva del sueño. Algunas personas probablemente aprietan sus dientes y nunca sienten síntomas.

Los factores que influyen sea o no que el bruxismo cause dolor y otros problemas varían de una persona a otra y pueden abarcar:

  • Cuánto estrés tenga usted.
  • Cuánto tiempo y qué tan fuerte aprieta y rechina sus dientes.
  • Si los dientes están desalineados.
  • Su postura.
  • Su capacidad de relajarse.
  • Su dieta.
  • Sus hábitos al dormir.

 

Síndrome de Piernas Inquietas

En este síndrome existe un malestar difícil de describir que cede transitoriamente al mover las piernas, muchas veces irrefrenable, que en casos severos obliga a levantarse y pasear o caminar. Usted se siente incómodo a menos que mueva las piernas. Este movimiento detiene la sensación desagradable durante un corto tiempo. 

Causas

Puede deberse a un problema con la forma como las células del cerebro utilizan la dopamina. La dopamina es un químico cerebral que ayuda con el movimiento muscular.

El síndrome de las piernas inquietas puede estar relacionado con otras afecciones y puede ocurrir con mayor frecuencia en personas con:

  • Enfermedad renal crónica
  • Deficiencia de hierro
  • Embarazo
  • Personas con antecedentes de familiares afectados.

También puede ocurrir síntomas parecidos al SPI en personas que:

  • Usen ciertos medicamentos como bloqueadores de los canales del calcio, litio o neurolépticos.
  • Están suspendiendo el uso de sedantes.
  • Consumen cafeína.
  • Personas con diabetes mellitus
  • Personas con neuropatías periféricas

El síndrome de las piernas inquietas ocurre con mayor frecuencia en personas de mediana edad y adultos mayores.

Se transmite con frecuencia de padres a hijos y esto puede ser un factor cuando los síntomas comienzan a temprana edad. 

¿Qué es una Polisomnografía?

Es el examen más completo para diagnosticar el origen de los trastornos del sueño. Consiste en un estudio funcional del sueño, que abarca toda una noche y permite monitorear computacionalmente la actividad eléctrica cerebral, las etapas del sueño, la función respiratoria, la electrocardiografía y los movimientos que ocurren durante el sueño. Este estudio se realiza en una habitación cuidadosamente acondicionada para el buen dormir del paciente, quien es atendido y supervisado por personal especializado durante toda la duración del examen. No requiere de preparación ni se administran medicamentos para dormir, puesto que lo que se estudia es el sueño espontáneo.  

Indicaciones generales para una Polisomnografía:

  • El día del examen, sólo lavarse el pelo con shampoo. No usar bálsamo para evitar que los electrodos resbalen.
  • Tener régimen liviano durante el día y no consumir líquidos en las 4 horas previas al examen, para evitar que el paciente deba ir al baño durante la noche.
  • De preferencia levantarse temprano y no dormir siesta ese día.
  • Seguir indicaciones de su médico tratante en relación con el uso de medicamentos habituales.

 

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