Antes del tratamiento quirúrgico, con el propósito de reducir el tamaño del tumor (terapia neoadyuvante).
Posterior al tratamiento quirúrgico, con el objetivo de eliminar células cancerígenas restantes (terapia adyuvante) en el sitio donde se encontraba el tejido mamario y en ganglios linfáticos, si se son afectados.
En el cáncer de mama avanzado, con la finalidad disminuir el tamaño del tumor y aliviar síntomas como el dolor.
Cambios en la piel
•Se puede presentar descamación, irritación y enrojecimiento de la piel, similar a lo que ocurre con la exposición al sol. En algunos casos, se suele manifestar inflamación de la mama, cambios en el grosor y tono de la piel, volviéndose más oscura.
Náuseas o disminución del apetito
•En ocasiones el paciente tiene disminución de apetito o náuseas. Para manejar estas últimas, se debe consumir alimentos livianos y sin condimentos previos a las sesiones de radioterapia y, en el caso que vuelvan a aparecer, es necesario solicitar al médico medicamentos para tratarlas.
Dolor
•El dolor puede estar localizado en la mama o pared torácica. A veces permanece después de terminada la radioterapia, por lo que se recomienda utilizar analgésicos en las dosis y horarios indicados por el médico. Es importante evitar aplicar calor o frío local en el área irradiada, ya que podría provocar irritación y mayor dolor.
Linfedema del brazo (inflamación)
•Se puede presentar en los casos que se han irradiado ganglios axilares. Para prevenir este problema, el paciente no debe usar vestimenta ajustada, anillos o relojes en el brazo de la mama irradiada. Si la persona presenta linfedema, es fundamental que lo informe al médico para que sea evaluado y reciba indicación oportuna.
Cansancio leve a moderado
•Posterior a las sesiones de radioterapia, se puede manifestar cansancio, lo cual suele interferir con las actividades de la vida diaria. Si esto ocurre, es aconsejable que el paciente no se sobre exija y planifique su tiempo para tomar descansos posteriores a las sesiones.
