Es muy común ver en la calle muestras de cariño entre las parejas de la tercera edad, caminando de la mano, sentados en alguna plaza observando a las personas pasar o simplemente caminando por la calle o dando un paseo.
Estas demostraciones de afecto entre nuestros adultos mayores son consideradas tiernas a los ojos de los espectadores, generan deseos de llegar con una relación similar a esa edad. Pero, cuando se toca el tema de la sexualidad entre personas longevas, las reacciones no son iguales, por el contrario, son de rechazo o con gestos expresivos de sorpresa. Para eso, el Geriatra de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Alejandro Varas, nos aclara algunos puntos centrales.
Lo primero que debemos saber es que ya es tiempo de cambiar esta perspectiva que se tiene en cuanto a la sexualidad, asumir que es parte de la vida y que está presente en todas sus edades. Es necesario aceptarla y quitar ciertos tabúes culturales, tal como comenta el Doctor Varas, “mucho de esto tiene que ver el ámbito cultural. En el pasado la religión católica inhibía el deseo sexual de las parejas diciendo que el sexo era exclusivamente para procrearse. Así, muchas mujeres ya en edad no fértil inhibían su sexualidad.” Pero, el deseo sexual puede perfectamente aumentar con los años, “especialmente en las mujeres que ya no temen quedar embarazadas por su edad y pueden tenerlo más libremente. Y en los hombres que, al jubilar, dedican más tiempo a sus parejas, a cuidarse, a no estar tan cansados en la noche por su trabajo” agrega.
Por esto, es necesario que indaguemos más y que no menospreciemos el deseo sexual en parejas de mayor edad. “Hay individuos que a los 80 años siguen manteniendo relaciones a diario, y otros más jóvenes que pasan muchos meses para tener nuevamente esos deseos”, aclara el experto. A pesar de lo antes mencionado, también es necesario entender que el deseo sexual llega de la mano del estado de salud de la pareja, ya que puede inhibirse por enfermedad o fragilidad, “puede estar más disminuido, la erección ser más lenta y menos sostenida, pero puede perfectamente también ser normal. La clave sobre el deseo, la potencia, la erección, y la frecuencia de relaciones sexuales están en la salud del individuo. Si la persona ha sido fumadora, con diabetes e hipertensión mal controlada, por ejemplo, tendrá en la tercera edad una actividad sexual disminuida o ausente”, reflexiona el Geriatra.
Importancia de La Sexualidad
El mantener una vida sexual activa en la tercera edad es muy importante porque es un reflejo de cómo esta la salud general. Es normal que una viuda, pasado un tiempo prudente de luto se vuelva a casar o pololear y rehacer una vida sexual sana. Llama la atención que muchas viudas mujeres jóvenes no se vuelvan a casar con el argumento que tuvieron que dedicarse a cuidar a sus hijos, o que “querían mucho a sus maridos” y lo sienten como un engaño al difunto, y sus hijos se lo reprocharían. “Los adultos mayores con salud compatible deben tener una vida sexual lo más normal posible. Los que los aqueja una enfermedad pueden acudir a su médico para que los ayude en esto, y si no es posible tener relaciones ya sea por imposibilidad de penetración, existen las caricias, besos, la masturbación, todas manifestaciones sexuales normales que pueden satisfacerlos”, finaliza el Geriatra de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Alejandro Varas.