Lunares sospechosos: ¿Cuándo debo preocuparme?

Los lunares o nevus melanocíticos son lesiones benignas de la piel compuestas por células de pigmento o melanocitos, es muy importante diferenciarlos de los melanomas que son tumores malignos de la piel. La aparición de los lunares como pequeñas manchas oscuras, planas o solevantadas y simétricas en nuestro cuerpo ocurre a partir de la infancia y, dependiendo de su crecimiento y forma, se pueden dividir en nevus congénitos, aquellos que están desde el nacimiento, y nevus adquiridos, aquellos que se desarrollan a partir de la infancia. El Dr. Hernán Borja, dermatólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica la importancia de estas lesiones de la piel y cómo detectar tempranamente un posible cáncer a  la piel.

“Los lunares pueden crecer a lo largo del tiempo debido a la exposición al sol, motivos genéticos o durante el embarazo. Se recomienda que estas modificaciones sean analizadas por un especialista, considerando la posibilidad de cáncer a la piel. La detección precoz de melanoma es clave para un mejor pronóstico”, destaca el Dr. Borja.

Generalmente, las personas tienen cierto tipo de lunares muy parecidos entre sí, los cuales se repiten a lo largo de la superficie corporal. No obstante, pueden aparecer otros con características distintas. Precisamente, son éstos los potencialmente peligrosos. “El lunar que se aleja del patrón predominante de un individuo se considera un patito feo y es el que debe ser analizado”, indica el especialista.

Además, existe una regla que ayuda en el índice de sospecha sobre los lunares llamada “ABCDE” y “F”. Se recomienda ser evaluado en caso que alguna lesión presente estas características.

El ABCDE y F de los lunares te ayuda a detectar oportunamente un cáncer de piel 

 

Por otro lado, cuando aparezcan lunares en aquellas zonas donde no los habían o zonas poco usuales como palmas, plantas, uñas, labios, párpados, cuero cabelludo o genitales, idealmente deberán ser evaluados al menos una vez al año.

Actualmente existen los dermatoscopios, modernos equipos que permite una evaluación mucho más precisa de los lunares sospechosos.

El especialista deberá evaluar si se trata de una lesión sospechosa de malignidad para posteriormente proceder con la extirpación o biopsia. Además el Dr. Borja señala que “en algunos casos ciertos lunares pueden inflamarse o traumatizarse por fricción, roce o golpes, o pueden incomodar al paciente tanto física como estéticamente, lo cual también podría ser motivo para una eventual extirpación”.

¿En qué consiste la extirpación?

Es un procedimiento ambulatorio y rápido que permite a las personas continuar con actividades habituales, aunque de igual modo, deben tomarse ciertas precauciones, como por ejemplo, que la intervención sea realizada por un profesional, es decir, un médico debidamente certificado, en una sala de procedimiento destinada para este fin.

“El especialista, dependiendo del caso,  realiza una extirpación total, parcial o tangencial de la lesión. Luego, se cierra la zona donde estaba el lunar con una sutura especial fina y la muestra se envía a biopsia (estudio histológico). La técnica e instrumental usados en dermatología son muy delicados y precisos, por lo que generalmente los resultados estéticos son muy buenos”, concluyó el dermatólogo de Clínica Ciudad del Mar.

Recomendaciones de prevención de cáncer a la piel

El especialista indica algunos consejos para proteger la piel del daño celular que puede afectar el desarrollo de cáncer a la piel:

  • Se recomienda una exposición moderada al sol, sin quemarse con el sol.
  • Trata de evitar la exposición al sol entre las 11 am y las 4 pm, periodo en que los rayos UV son más dañinos.
  • Si estás al aire libre, busca la sombra y utiliza ropa de protección, un sombrero de ala ancha y anteojos de sol que bloqueen los rayos UV.
  • Protege la piel cuando expuesta al sol, utilizando bloqueador solar de factor 30 o más. Es recomendable que personas con piel más blanca usen factor 50.
  • Reaplica el bloqueador solar cada 3 o 4 horas, o después de un baño en la piscina o en el mar.
  • Ten cuidado con las superficies reflectoras como son la arena, agua y nieve que reflejan los rayos UV.
  • Se sugiere hacerte una revisión dermatológica anualmente, y antes si se aprecian cambios de lunares o lesiones nuevas.

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