Cirugía de prolapso uterino: Intervención para recuperar la salud del piso pélvico

El piso pélvico femenino cumple un papel fundamental para el óptimo rendimiento del cuerpo. Cuidar esta zona puede prevenir diversas enfermedades, la más importante, el prolapso uterino.   

Esta área es un conjunto de músculos, ligamentos y órganos que forman parte de la base de la pelvis, que tienen como objetivo sostener y asegurar el buen funcionamiento de los elementos de este lugar. Dentro de estas funciones destaca la reproducción, la micción y la defecación.  

El Dr. Luis Molina, ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Una patología que puede afectar esta región del organismo es el prolapso genital, la cual consiste en el descenso a través de la vagina de los órganos que están en su interior, es decir, del útero, vejiga y recto. Existen distintos tipos y el diagnóstico dependerá del órgano que está bajando y el grado de descenso”.  

Las principales causas para el desarrollo de esta afección son:   

  • Factores obstétricos (número y características de los partos)  
  • Edad  
  • Menopausia   
  • Problemas hereditarios   

“Los síntomas son, fundamentalmente, dolor y sensación de bulto vaginal, al igual que sentir la salida o visualización directa del bulto. A veces se presenta con otras enfermedades asociadas como la incontinencia urinaria y fecal”, señala el ginecólogo.  

Esta patología afecta en gran medida la calidad de vida de la mujer, principalmente en el ámbito sexual y ayuda al incremento de otras patologías como infecciones e incontinencia. Por otro lado, este problema en si da una incómoda sensación de dolor y una masa que molesta en las actividades del día a día.  

El Dr. Molina añade: “Dependiendo del tipo y el grado del prolapso existen tratamientos médicos y quirúrgicos. La cirugía de prolapso busca volver los órganos a su posición y mejorar el funcionamiento de los elementos comprometidos. Puede ser tratada por vía vaginal, laparoscópica o combinada dependiendo del diagnóstico, corrigiendo la alteración de manera definitiva”.  

La recuperación de esta intervención consta de 3 etapas:   

  • Primero: Recuperar las actividades de la vida más básica.   
  • Segundo: Poder realizar ejercicios más intensos.  
  • Tercero: Retomar la intimidad sexual, la que podría demorar un poco más.   

“Para prevenir esta enfermedad se debe consultar al ginecólogo en caso de presentar síntomas. También, se sugiere comenzar el cuidado durante el embarazo con terapia kinésica de preparación y rehabilitación post parto. Además, es recomendable evitar los deportes que consideran fuerzas importantes como el crossfit y cuidar el peso corporal. Además, consultar tempranamente en caso de síntomas”, indica especialista.